la atajada más importante de la historia
A los 120 + 3’ de la final del mundo, la defensa argentina, adelantada, intentó achicar espacios pero el balón sobrepasó a Otamendi y le quedó picando a Kolo Muani, mano a mano frente al Dibu Martínez. El francés optó por un remate fuerte por abajo. El arquero argentino, estirándose lo máximo que un humano podría, frenó el remate con su pierna izquierda.